El tiempo ha sido el autor principal de La Habana, ciudad en la que se funden historia, arquitectura y sentimiento. Sus calles adoquinadas, en las que se respira el aire que entra desde la bahía, guardan ese pedacito del ayer que nunca desaparece. Espero ver dentro 10 años sus 500; y de seguro estará ahí, hermosa, como una dama en un balcón de las casonas de la Calle Tacón, mirando hacia el mar abierto y pensando en algún amor perdido.
(Fotografía: Daphne Rosas, 2007 / Paseo del Prado)
6 comments:
Te confieso que tu post me hizo escribir el que recién subí en Fernandina. Un beso
Gracias, Denis, por inspirarte en mi post. Supongo que esta fotografía tuvo mucho que ver en tu prosa.
Abrazos,
Esos 500 años no me gustaría perdérmelos. Sí, estoy seguro de que La Habana seguirá ahí y ojalá pueda estar de visita en ella.
Totalmente de acuerdo contigo, J.E. Cuevas
Sin duda, y tampoco he estado yo jamás en La Habana, por desgracia, ésta hermosa ciudad, esa vieja dama de la que hablas, envuelta, al menos en mi imaginario particular, en una suerte de romántica atmósfera, alcanzará su quita centuria en plena forma, a pesar de todo... Ojalá para entonces esos achaques que la aquejan en la actualidad, si no desaparecido, sí estén empezando a ser tratados...
Muy hermoso espacio el tuyo, Daphne...
Que tengas un gran día.
Un cordial saludo.
Jose,
Deberías visitarla en cuanto puedas. A pesar de todo, es una ciudad preciosa.
Saludos,
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