"La característica más impresionante del enorme lobby es sin dudas el tragaluz curvo que corona un elevado atrio tras el buró de la recepción, a través del cual penetran adormecedores haces de luz en diferentes tonalidades de amarillo. El colorido espectáculo motiva a más de un visitante a elevar la vista con frecuencia hacia lo alto. Esta suntuosidad no es la única exquisita peculiaridad que distingue al Raquel del resto de los hoteles de la Habana Vieja."
"El Raquel también es famoso por su vínculo con la tradición y fe judías, evidenciadas en varios motivos decorativos, tales como la estrella de David tallada en piedra que decora la recepción, y otros artefactos simbólicos como las mezuzahs en los marcos de las puertas que se encuentran distribuidas por todo el establecimiento. El elegante restaurante del hotel, Jardín del Eden, también sirve platos típicos de la cocina judía, tales como borscht y latkes. Aunque los edificios de los alrededores le restan un poco a su encanto, el solario de la azotea es un buen lugar para disfrutar de una bebida o para contemplar perezosamente la ciudad."
"Los entusiastas del fisiculturismo o simplemente aquellos que deseen hacer ejercicio y sudar durante un rato, podrán disfrutar del bien equipado gimnasio que se encuentra justo bajo la entrada del lobby. También se ofertan aquí servicios de masaje. Dispuestas alrededor del impresionante atrio, las habitaciones están decoradas con estilo y confort, a tono con la elegancia ecléctica del resto del inmueble."
Texto tomado de la página web del Hotel Raquel (http://hotelraquel-cuba.com)
Fotografía: Daphne Rosas, 2007 /2009